¡Bienvenidos a mi espacio virtual, el mismo en el que sólo prometo que trataré de ser yo mismo, con sus ventajas y desventajas, con sus aciertos y desaciertos, con sus aventuras y desventuras!
Ustedes lo saben. Desde el primer momento me identifiqué con Barack Obama y su política de paz. Si bien no puede cambiar el mundo, tengo clarísimo que sus contribuciones serán decisivas para el cambio.
Tampoco me apasiono. Son muchas las expectativas que rodean al nuevo presidente estadounidense y esto puede ser un arma de doble filo si no la sabe manejar correctamente. Lo mejor del caso es que están más que justificadas. Ese señor tiene un «no sé qué» que inspira confianza. Que estremece. Que contagia.
Y aunque no soy americano, celebré como el que más su toma de posesión. Así que he decidido revivir con ustedes dos de los mejores momentos de esa noche:
1) La interpretación del tema «Signed, sealed, delivered (I´m Yours)», a cargo de Beyoncé, Shakira, Sting, Mariah Carey, Mary J Blige, Stevie Wonder, Will.I.am, Alicia Keys, Faith Hill, Maroon 5 y Jaime Foxx.
2) Fanático al fin: La intervención en solitario de Shakira en este especial, con la canción «Bright Side Of The Road». Fíjense cómo al final del video Beyoncé, Mary J Blige y Faith Hill se emocionan con la actuación de mi amada.
Lo califico como el momento más memorable que haya vivido el mundo del espectáculo en República Dominicana. Sinceramente, no creo que haya evento alguno que lo iguale o supere. El debut de Sting en el anfiteatro de Altos de Chavón estremeció como nunca sus frías y duras piedras haciendo un recorrido por sus principales éxitos, y especialmente haciéndose acompañar en escena por dos de los nuestros: Fellé Vega y Juan Luis Guerra.
Yo estuve allí y les puedo decir que cada momento fue emocionante. Que compadezco al que se lo perdió. Aquí les dejo con el relato de mi experiencia desde el lugar de los hechos:
Sting, inmenso
El inglés llenó a capacidad Chavón, de la mano de sus mejores éxitos
Por Samir Saba / El Caribe
Viernes 28 de abril del 2006
Nostalgia y sorpresa son las palabras que mejor definen el debut de Sting en esta tierra. El artista, que abarrotó Chavón al reunir allí a cerca de seis mil personas, demostró que la experiencia no se improvisa al presentar una acertada selección de canciones y despertar todo tipo de emociones entre quienes fueron testigos de este encuentro.
Representantes de todas las generaciones disfrutaron de más de una decena de los principales éxitos del músico británico. Algunos pertenecientes a su etapa como líder de The Police y otros, a su discografía como solista.
Acompañado de su inseparable bajo, tres músicos, dos guitarristas y un baterista, salió a escena vestido de negro.
Las primeras notas de “Messagge in a bottle” comenzaron a remover las piedras de La Romana a las 8:55 del miércoles. Gritos, cantos y baile fueron la constante durante las menos de dos horas que duró el que ha sido considerado uno de los mejores shows que se hayan visto aquí.
Haciendo el mejor de los esfuerzos por comunicarse en español, Sting agradeció en varias oportunidades a su público: “Esta es una noche muy bonita. Es mi primera vez en Dominicana y me siento muy feliz de estar aquí. Son un público hermoso”.
A esta pieza le sucedieron otras no menos trascendentales como «Roxanne»; «Every breath you take», “Fields of gold”; “Walking on the moon”; “Spirits in a material world”; “Every little thing she does is magic”; “If I ever lose my faith in you”; “King of pain”; “All this time”; “Englishman in New York” y “Sincronicity”.
Como ha hecho en casi todas las paradas de su “Broken Music Tour” hasta el momento, Sting aprovechó para reafirmar su consabida admiración por The Beatles al interpretar “ «A Day in The Life».
En “Desert Rose”, Sting encontró el pretexto para demostrar su apertura a explorar diversos idiomas, para halagar a las mujeres dominicanas e invitar a diez de ellas a acompañarlo en el escenario.
No hubo desperdicios. Cada interpretación fue impecable. Y el desenlace no pudo ser mejor. Sólo bastaron unas palabras de Sting para desatar la histeria:
“Este es un momento especial para mí. Tengo aquí a dos músicos dominicanos muy importantes: Juan Luis Guerra y Fellé Vega”. Este trío de virtuosos cerró con broche de oro la velada. Su interacción fue impresionante; “Fragile”, la excusa.
Mientras Sting se encargaba del bajo y la voz principal, Juan Luis se adueñaba de una de las guitarras y los coros, y Fellé de la percusión.Un cuadro que se recordará como uno de los momentos más increíbles de la historia de la música en este país.
Una cita obligada
La presencia de Sting en el país logró reunir en un mismo recinto a importantes personalidades de la política y el espectáculo.
Entre los que estuvieron allí cabe citar al reconocido cantautor cubano Silvio Rodríguez, los intérpretes dominicanos Maridalia Hernández, Claudio Piantini, José Antonio Rodríguez , el escenógrafo Fidel López, el músico Jorge Taveras, los empresarios George Nader, Saymon Díaz, Roberto Cavada y Pedro García; la actriz María Castillo, el ministro de turismo Félix Jiménez, la ex vicepresidenta del país, Milagros Ortiz Bosch, el cineasta Juan Basanta, las bailarinas Mónika Despradel e Isadora Bruno, los presentadores de televisión Evelyn Díaz (quien fue acompañada de su esposo Quico Rizek), Sergio Carlo, Karina Larrauri y su esposo Federico Ozores; Bolívar Soto, los chicos de Calor Urbano y Entrenos, entre otros.
Fellé Vega, en el rol más deseado
Justo cuando las manecillas del reloj marcaron las 8:00 de la noche, hora para la que se había convocado en Chavón, hizo su entrada Fellé Vega. El músico calentó la pista, acompañado de la Orquesta de las Danzas Mexcladas, que presentaron una propuesta variada y folklórica.
Vega no pudo ocultar su emoción: “Gracias por recibirnos, de corazón. Es poco el tiempo que tenemos pero lo que les vamos a dar no sólo sale del corazón, sale del hígado”.
Aunque su actuación no pudo ser vista por mucho público, pues para entonces la gente aún buscaba las mejores ubicaciones, los que tuvieron la oportunidad quedaron más que complacidos. Las muestras de afecto y aprobación no se hicieron esperar.