
Anoche se celebró la tradicional gala de nominaciones de los premios Casandra. Una velada en la que los protagonistas de la escena artística local se dan cita para retirar las medallas que les acredita como candidatos a la más alta distinción de la que pueden ser objeto.
En el marco de una noche plateada -por aquello de que el Casandra festeja sus 25 años-, el teatro La Fiesta del hotel Jaragua fue testigo de una interesante mezcla de géneros y generaciones.
Lamentablemente, la ausencia de figuras de peso fue más que evidente. Un gran número de ellas optó por enviar representantes. En este grupo cabe mencionar a Juan Luis Guerra, Milagros Germán, Tania Báez, Nuria Piera, Alicia Ortega, Iván Tejada, Freddy Beras Goico, Pavel Núñez, Los Hermanos Rosario, Waddys Jáquez, Wason Brazobán, Ángel Muñiz, Raymond Pozo, Miguel Céspedes, Adrúbar, Frank Reyes, Pamela Sued y Rubby Pérez. La lista sigue. Pero la memoria traiciona.
Luis José Germán tuvo a su cargo la animación del evento. Su desempeño generó todo tipo de opiniones, aunque la mayoría coincide en que no estuvo a la altura de las expectativas.
El ballet folklórico Sangre Mulata, la cantante lírica Ivonne Haza, el locutor Carlos Cepeda Suriel y la compositora Leonor Porcella de Brea, fueron homenajeados por sus respectivos aportes al arte. En este sentido, desde mi punto de vista, la gran incógnita sin respuesta de la noche -y de la que sorprendentemente nadie se ha hecho eco- está relacionada con el publicitado reconocimiento al empresario discográfico Bienvenido Rodríguez. Se recuerda que días atrás Acroarte envió un comunicado de prensa en el que se le mencionaba como parte importante del ceremonial. Sin embargo, la realidad fue otra. Se desconoce el porqué. El misterio continúa.
El Casandrita, como muchos han optado por llamarle, constituye además el momento en que los integrantes de la Asociación de Cronistas de Arte que fueron seleccionados por la directiva como los más destacados del 2008 en prensa, televisión y medios digitales reciben los honores de lugar (es el caso de Fausto Polanco, Estuardo Arias, Joseph Cáceres, Francis Méndez -de la seccional de Nueva York- y Susana Veras -de la seccional de Santiago-).
Creo importante señalar que la atracción de cierre no concitó la atención. Contados son los que disfrutaron de una orquesta liderada en las vocales por Elsa Liranzo que pasó sin pena ni gloria, según yo por dos razones: 1) No se motivó. 2) El hecho de que era un grupo desconocido ameritaba colocarles en un momento intermedio.
Desde hace varios años, y en mi calidad de miembro de Acroarte, tengo el honor de ser tomado en cuenta para participar en la entrega de medallas. Esta vez no fue la excepción y me tocó compartir el escenario con los estimados colegas Joseline Brito y Félix Morillo, junto a quienes asumí las categorías de música religiosa, grupo pop y/o rock, artista destacado en el extranjero, coreógrafo popular y conjunto típico, entre otras.
Aquí les dejo con algunas de las imágenes de tan especial ocasión. Felicitaciones y suerte a los nominados.




