Este post está inspirado en dos cosas: Una fotografía de Emmanuel Bretón y la noticia de que Barack Obama y Brad Pitt son primos lejanos. Sé que a mi madre no le agrada la idea, pero me parece curioso contar una de sus historias.
En algún momento, hace muchos años, descubrí cierta conexión entre ella y Johnny Ventura. En casa había varios discos de pasta del merenguero. Algunos autografiados. Pensé que era una fan más. Como me intrigaba, decidí abordarla al respecto.
Siempre fue muy escueta. Nunca quiso hablarme del asunto. Le insistí bastante, y sólo me dijo que Johnny fue uno de sus pretendientes. Que esas producciones fueron un regalo suyo, que la invitaba a sus bailes, que le llevaba perfumes y flores que compraba durante sus giras y que la llamaba desde cualquier país del mundo.
Concluyó su relato confesándome que sí le halagaba que Johnny se fijara en ella, pues para aquel tiempo se encontraba en uno de los mejores momentos de su carrera. Era toda una estrella -lo sigue siendo. Eso lo sabemos. Me refiero a que estaba en la palestra-.
Meses atrás coincidí con Johnny en una cabina de radio. Aunque no era la primera vez, no fue hasta entonces que me armé de valor y me presenté oficialmente. Sin duda, le sorprendió conocer mi identidad. Y su reacción no pudo ser mejor. Con mucha amabilidad, conversamos durante un buen rato sobre esa parte de su pasado.
Entre otras cosas, me comentó que pude haber sido su hijo, porque siempre vio a mi madre como su futura esposa. Antes de que saliéramos al aire, me tomé el atrevimiento de ponerlos a hablar por teléfono. Era la primera ocasión -y, de hecho, creo que será la única- que entraban en contacto en casi 40 años.
Mami quedó pasmada cuando escuchó su voz y le pidió disculpas a Johnny por mi ocurrencia. Él a su vez le preguntó por mi abuelo (el papá de mi mamá) y ella le contó que su fallecimiento se produjo hace 31 años. Fue una plática corta en la que ambos se saludaron, se pusieron al día sobre sus realidades y se despidieron con afecto.
¿Se imaginan? Pude haber sido uno de los potros. Quizás líder de orquesta y buen balarín. Descendiente de quien recientemente fuera nombrado «leyenda latina» por el editor de la revista People en español. Las cosas de la vida. Qué pequeño es el mundo.