El Covid-19 tomó por asalto el mundo. Llegó sigiloso, decidido e imponiendo sus propias reglas de juego. Su impacto ha sido tal que modificó la palabra cotidianidad.
De golpe y porrazo, el tiempo se detuvo. El virus permeó todos los sectores y la industria del entretenimiento se cuenta entre sus principales víctimas.
Desde hace tres meses, y como consecuencia del mandatorio distanciamiento social para evitar el contagio del coronavirus, los artistas tienen como escenarios sus casas y como espectadores a los cibernautas.
Decenas de espectáculos se cancelaron o pospusieron. Empresarios como Cesarito Suárez y Saymon Díaz reprogramaron algunas de sus propuestas. El primero confirmó que el concierto de Kany García en el Teatro Nacional (que se había anunciado para marzo y, luego para junio) se realizará el 17 de octubre, mientras que el segundo movió para el 8 de noviembre la presentación del grupo Guns ‘N Roses anunciada en principio para el 11 de abril en Hard Rock Hotel Punta Cana.
El gobierno dominicano está reabriendo la economía nacional por fases y, obviamente, la relacionada a este rubro es la última. Según se informó, los lugares que ameritan aglomeraciones, no podrán operar hasta el 24 de agosto.
En este sentido, el destacado productor artístico Guillermo Cordero, quien se vio precisado a suspender una obra de teatro, reclamó que las autoridades aún no hayan revelado cuál será el protocolo a seguir para el reinicio de las actividades masivas. De ahí que declarara en el programa «Famosos Inside» que no se involucrará en ningún proyecto este año, pues no quiere ser «conejillo de indias».
El lado curioso del caso tiene como protagonista a Ralph Leitner, mejor conocido como Mercenario Musik, quien en plena cuarentena anunció con bombos y platillos las presentaciones en Hard Rock Café Santo Domingo de Wyclef Jean y Grupo Niche.
La nota de prensa sobre Wyclef establece que las negociaciones con el artista estaban en curso y que, de concretarse, constituiría la primera atracción de ese recinto una vez que el Estado levante las restricciones. Entonces, este miércoles, Ralph oficializó la actuación de Niche. En el documento, señala que el contrato con sus integrantes ya se había cerrado y que «es posible que la presentación de los colombianos sea en noviembre o diciembre, a razón de que también los mismos artistas están un poco aprensivos de iniciar la agenda de presentaciones».
Horas más tarde, el empresario y productor de eventos Amable Valenzuela sorprendió a más de uno con la publicación de un desmentido hecho por Yanila Varela, gerente general de Grupo Niche. Ella asegura que la única fecha en territorio dominicano que la orquesta tiene confirmada es la del 29 de noviembre, en Hard Rock Hotel Punta Cana, como parte de la cartelera del «Latin Music Tour». Además, hace énfasis en que la única empresa autorizada para pautar presentaciones de Grupo Niche en Santo Domingo es la que encabeza Valenzuela.
Hasta el momento, Ralph no se ha pronunciado sobre lo sucedido. Son varias las preguntas que me surgen: ¿Con quién «cerró» el acuerdo para la supuesta contratación de Grupo Niche? ¿Qué caso tiene promocionar un evento que siquiera tiene fecha? ¿Se puede vender a pulso de especulación? ¿Se trata de alguna estrategia que no logro entender sobre la base de mis escasos conocimientos mercadológicos?
En cualquier caso, lo que está claro es que la salud pública es y seguirá siendo la prioridad, y así hay que asumirlo. Hasta donde sé, la fase 4 de desescalada está supeditada a cómo se siga comportando el virus en el país. Eso significa que existe la posibilidad de que no entre en efecto de inmediato.
Muy temprano aprendí la importancia de no adelantarse a los acontecimientos, y en un año tan impredecible como 2020, con más razón. Ese movimiento por parte de Mercenario, a quien le tengo estima, sin duda, fue desafortunado. Y podría acarrear muchas consecuencias, algunas difíciles de revertir, como el descrédito. Samir Saba
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