Muchos son aquellos que me consideran «un chico del medio». En honor a la verdad, me cuesta entender porqué. Es cierto que mi trabajo es público, pero nunca he tenido una vida social súper activa. Sólo escasas veces salgo por diversión. Por lo regular, ni conozco cuáles son los sitios de moda.
Cumpleaños de amigos muy queridos, ruedas de prensa y conciertos poco comunes me han hecho abandonar la cueva últimamente.
Durante estas andanzas, descubrí una situación que, no sólo me tomó por sorpresa, sino que además me satisfizo. Al parecer, yo era el único ajeno a ella. No tenía ni idea de que por disposición del secretario de Interior y Policía, Franklin Almeyda, está terminantemente prohibido fumar en espacios cerrados. Lo mejor del caso: sin distinción.
Tengo entendido que su iniciativa -aguerrida y digna de aplausos- comenzó a tener efecto a finales de diciembre, es decir, justo durante mis vacaciones neoyorquinas. He ahí la razón de mi ignorancia.
Según he leído, esto no es nada nuevo. La medida existe desde hace años y está contemplada en la Ley 48-00. Lamentablemente, siempre fue ignorada. Y gente como yo, que no fuma, terminaba saliendo más afectado de salud que los propios fumadores (eso está más que comprobado en cientos de estudios) y, como si fuera poco, impregnado de un olor tan desagradable como el que caracteriza al tabaco.
Pocas cosas me ponían tan incómodo como esa sensación de suciedad que me atacaba casi por «default» a la hora de ir a bares, discotecas, cafés y/o restaurantes. Me sacaba de mis casillas.
Que conste que respeto a todo aquel que decida despedir humo por sus narices y bocas para botar estrés (así esté arriesgando su vida). Lo que no comparto en lo absoluto es que se arrastre a los demás a compartir la experiencia. Por eso me sentí tan bien cuando noté que, en medio del concierto de Café Tacuba, un agente de seguridad le incautó un par de cigarros a un grupo de chicas del público.
Ojalá que las autoridades competentes no cedan en su plan de sancionar a los propietarios de aquellos negocios que no cumplan con semejante requisito. Ojalá que la vigilancia se mantenga e intensifique. Ojalá que no se trate de una estrategia con tiempo de caducidad preestablecido diseñada exclusivamente para ganar más puntos a favor de unos cuantos. Nos lo merecemos.
Etiquetas: Bares, Cafés, Discotecas, Franklin Almeyda, Fumadores, Fumadores pasivos, Fumar, Ley 48-00, No fumar, No smoking, Restaurantes
marzo 6, 2009 a las 11:46 am
Samir: Tambien existe un nuevo proyecto de ley sobre el mismo tema , interpuesto por el diputado de la provincia la altagracia el Lic. Juan Julio Campos Ventura.
marzo 6, 2009 a las 12:38 pm
Un aplauso para el Secretario , estoy tambien de a cuerdo con la medida y le pido a Dios que en nuestro amado pais se sigan aplicando las leyes esta es una agradable sorpresa .
un avance en el respeto del derecho ajeno , Recordemos que donde terminan tus derechos comiensan los de tu projimo
marzo 6, 2009 a las 4:46 pm
Noooooooooo de verdad??? El chanfle! Si lo hubiese sabido me animaba a ir al tributo a Kiss!!! Mi madre que sí… nada más no fuimos por la fumadera que se arma (o armaba en este caso) porque en mi condición de embarazada el humo del cigarrillo no solo afecta a mis pulmones sino al bebé que cargo dentro, y mi responsabilidad no me permite este tipo de «lujos».
Wow… aplaudo la medida!!! No hay nada más desagradable que estar pasado a cigarro sin haber siquiera echado una bocanada de humo.
Solo hubiese querido saberlo antes…
Por cierto… no es solo bueno que esté la medida, sino que haya quienes la hagan cumplir, porque leyes tenemos muchas, pero hay pocos fiscalizadores que las hagan poner en vigencia.
marzo 8, 2009 a las 11:30 pm
Es cierto que lo del cigarrillo es justo y necesario, aunque lo del horario y los centros de expendios hacen que algunas veces yo me sienta con mi libre alveldrío violentado. Es que nunca he ido a una metropoli en la cual me boten de un sitio proque ya no se pueda más. Es un tema delicado, pero ya yo estoy medio jarto. Lo del fumar, lo veo bien porque afecta a todo el mundo.. mi problema es con lo de beber!
marzo 9, 2009 a las 2:00 pm
Que bueno, poco a poco Santo Domingo puede ser un pais mejor, eso me gusta mucho de donde vivo en ningun restaurant o lugar publico se permite fumar, esta penado por la ley y puedas pagar hasta 1,000 dolares de multa!!, gracias a Dios.
saludos,
marzo 10, 2009 a las 4:50 pm
Muy buena la medida, uno no tiene que enfermarse por culpa de los otros.
marzo 10, 2009 a las 8:07 pm
A pesar de ser fumadora, me alegra mucho de que este tipo de ley se pongan en práctica. De hecho, me sorprende mucho y me alegra que hayan tomando ese tipo de iniciativa, que ojalá se mantenga vigente y se riegue como virus en otros desórdenes comunes en RD
marzo 13, 2009 a las 11:07 am
Creo que es la primera vez que el nombre de Franklin Almeyda está metido en algo que no sea un disparate.