A veces podemos aprender más de los errores de un hombre que de sus virtudes. (Henry Wadsworth Longfellow)
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FRASE DEL DÍA #11
agosto 14, 2008AQUÍ LO VIO PRIMERO: SLY DE MOYA, EX COMPAÑERO DE CLASES DE JOHN MAYER
agosto 14, 2008Nunca he ocultado lo orgulloso que estoy de ser su primo. Desde pequeño supo lo que quería: ser músico, y de los buenos. Se enfocó en su meta, dio los pasos que tenía que dar, y su sueño es ya una realidad. El talento y la capacidad de trabajo que caracterizan a Sly De Moya lo han hecho objeto de múltiples éxitos.
En los últimos días, he visto con beneplácito que su nombre se ha vuelto una constante en los medios de comunicación. Recientemente, su grupo Sly and The Latin Bars fue seleccionado por Roberto Cavada, presidente de Hierbabuena Producciones, como anfitrión del concierto «Funk Tango» que traerá de vuelta al país al legendario jazzista Paquito D’ Rivera el próximo sábado 23, en el teatro La Fiesta.
Siendo apenas un adolescente comenzó a tomar clases en el Estudio de Educación Musical Diná y, desde que concluyó el bachillerato, se integró a la prestigiosa universidad Berklee College of Music (la misma de la que es egresado Juan Luis Guerra), donde se graduó «cum laude» como Licenciado en Música y Administración de la Industria del Entretenimiento. Título en mano fue contratado por la discográfica Wea Latina para trabajar en los proyectos «Alejandro Sanz Unplugged», «La Ley Unplugged», «Maná Unplugged» y «Mis Romances» de Luis Miguel. Tiempo después, DLN Distribution/Delanuca Records le ofrece el puesto de Director de Prensa Radial y Mercadeo para los discos de 170 artistas, entre ellos Willie Chirino, Babasónicos, La Secta Allstar y Circo.
Luego de la caída de las torres gemelas y el ataque al pentágono, Sly preparó sus maletas y se reinstaló en el país. En honor a la verdad, en ese momento la noticia me dejó boquiabierto y un tanto confundido. Cómo es posible que regrese a esta media isla cuando le está yendo tan bien en los Estados Unidos, pensé.
Siendo el fanático de la música que soy, recuerdo que desde que llegó retomé el contacto con él, y más de una vez lo senté para sacarle información. Estaba deseoso de conocer en detalle sus historias. En uno de esos encuentros, sucedió lo inimaginable: Sly me contó que John Mayer -uno de mis ídolos- fue su compañero de clases en Berklee. Ya se imaginarán la cara que puse. Las preguntas llovieron.
Hace tan sólo un par de horas recordé este episodio, y de inmediato se me ocurrió llamarlo por teléfono para que me refrescara la memoria, y así de paso poder compartir con ustedes sus experiencias con el que hoy es 5 veces ganador del Grammy y, según los mentideros de la farándula, pareja de Jennifer Aniston.
Lo describe como un gran tipo: «John siempre fue una persona muy humilde y dedicada a su trabajo. Por lo regular, era muy detallista con su música. Al momento de presentar sus propuestas en clase, él era muy respetuoso con lo que hacía porque quería que saliera lo más profesional posible. Aunque compartíamos aula, nunca fuimos grandes amigos. Tuvimos contacto directo un par de veces. Básicamente conversaciones normales entre estudiantes. En varias ocasiones quedamos en juntarnos a ‘jammear’, pero por la cantidad de ocupaciones que teníamos nunca se pudo concretar».
Me comentó que su estrellato no tomó a nadie por sorpresa, pues Mayer comenzó a hacerse de un club de fans en la propia universidad: «Su música fue siempre muy intrigante para todos nosotros y, de hecho, recuerdo que presentaba su material con mucha constancia. El público de la universidad lo apoyaba mucho. No era el niño bonito de los profesores, pero te puedo decir que los maestros le tenían mucho respeto por sus méritos. John posee una técnica muy única de tocar la guitarra. Era evidente cuando participaba en los recitales universitarios; los exámenes de Berklee a los instrumentistas».
En este sentido, agregó que «la última vez que lo vi fue entre finales de 1998 y principios de 1999, porque él nunca llegó a terminar la universidad. Dos o tres semestres antes de agotar el pénsum, logró un contrato con una importante casa discográfica de Los Ángeles. A partir de entonces llegaron los sencillos a la radio, los videoclips, los tours, en fin, la fama».
Sly se confiesa un seguidor de su trabajo y asegura que admira profundamente cada uno de sus logros: «Cuando se hizo famoso me alegré muchísimo, porque salió de la universidad y llegó a estar en las filas de la máxima representación de la industria, llevando su música a los escenarios más imponentes del mundo y, por supuesto, a las premiaciones más codiciadas como es el caso de los Grammy. Me sentí muy feliz de que un ex compañero de clases haya llegado a ese nivel. De verdad me honra haberlo conocido. Me fascina su música. Soy fan de sus discos. Él ha demostrado que la música es la única institución que no tiene razas. Que tiene el poder de unir mundialmente a todos los seres humanos sin importar de dónde sean».
Dicho todo esto, los invito a apoyar el sexteto de jazz que dirige mi talentoso primo (donde además está a cargo de la batería) y que completan músicos de primera categoría como Mickey Creales en el piano; Jeremiah Pérez en los sintetizadores; Ramón Alnos en el bajo; Ramón «Papatín» y Juami Fernández en la percusión y Joel Rosario en el saxo. Recuerden que la cita es el sábado 23, en el hotel Jaragua.
Aquí les dejo con una pieza de su grupo. Es una interpretación en vivo en el concierto de Chuck Mangione que se celebró el año pasado en el Teatro Nacional. Disfrútenla: