Eras uno de los jóvenes talentos más prometedores de nuestro país. Solamente comparable con el mítico rey Midas, convertías en oro todo lo que tocabas. Siempre supe de ti y tus hazañas. Siempre te admiré. Por cosas de la vida, te conocí muy tarde.
Mentiría si digo que fui uno de tus mejores amigos. De hecho, ni siquiera tuve chance de formar parte de tu círculo más cercano y recurrente. Muchos factores influyeron. Eso no importa ahora. Ese pequeño detalle no impidió en lo absoluto que te tomara un cariño inmenso y que hoy llore tu partida como el que más.
Aún me cuesta asumir que te fuiste para no volver. A pesar de que sé (pues lo viví en carne propia) que a todos nos llega el momento, que nuestro destino de vida está escrito con lujo de detalles, y que todo camina en orden divino.
Si algo te caracterizaba era la manera tan natural con que iluminabas cada sitio que pisabas. Tu sonrisa avasallante, tu perfecto sentido del humor, tu picardía, tu arte, tu genio, tu entrega total e incondicional a él, tu eterna capacidad y disposición de servicio y tus abrazos de oso eran sencillamente únicos, irrepetibles, contagiosos, «revive muertos».
Así es como te recordaré: como un muchacho siempre enérgico, inquieto, lleno de vida, dinámico, cariñoso. Como el Rolando que una de las últimas veces que hablamos me bautizó oficialmente como su guía telefónica personal. Como el Rolando que aun no viéndome ni hablándome todos los días, me escogió como uno de los «top friends» de su profile de Facebook.
Hoy lamento no haberte acompañado en tu última fiesta de cumpleaños, aunque me lo pediste en más de una ocasión. Hoy lamento no haberme enterado antes de todo aquello por lo que pasaste. Hoy lamento no haberte visitado mientras estabas ingresado en el centro médico (aunque, por otro lado, reconozco que me resistía a la idea de verte en otras condiciones que no fueran las que siempre te adornaron). Hoy lamento no haber podido compartir más tiempo de calidad juntos.
A través de estas líneas -que no sé si podrás leer en algún momento-, quiero que sepas que en mí tienes a un amigo dondequiera que estés; que nunca olvidaré aquel día en que «me rellenaste como un quipe» cuando te dije que a veces no te saludaba por timidez, algo muy común en mí, y que mucha gente tiende a confundir con prepotencia. Mucho menos aquella oportunidad en la que mientras participábamos en una rueda de prensa -de no me acuerdo qué- en el bar del Teatro Nacional, me secuestraste en silencio junto a Laura García Godoy para llevarnos hasta la sala Eduardo Brito y mostrarnos en primicia y con evidente entusiasmo lo que estabas preparando para el montaje de «El beso de la mujer araña».
Fuiste grande. Lo seguirás siendo. Con el más alto y sincero sentimiento de estima, te doy el último adiós de la mejor manera posible: deseándote el descanso y la gloria que sólo un ser humano de tu estirpe merece. Rest In Peace, Rolandillo Giubilei.
mayo 19, 2008 a las 12:51 am
Muy cierto en tu forma de describirlo. Rolando llenaba de luz cada lugar donde llegaba, era increible la energia que tenia y que compartia con los demas. I ‘ll miss him so much too.
mayo 19, 2008 a las 1:55 pm
Yo lei su obituario en el periodico, y honestamente estaba rogandole a Dios que no hubiera sido él quien partió. Es una lastima.. una verdadera lastima,.
mayo 19, 2008 a las 3:28 pm
Definitivamente, noticias como esas caen como un balde de agua bien fría. Es una pena que personas llenas de tanta vida, y en plena flor de su juventud tengan que partir… pero como siempre no está en nosotros.
DIos lo tenga en su Santa Gloria y El sea el consolador de los tantos corazones que hoy lamentan su partida, en especial sus familiares y amigos más cercanos.
mayo 19, 2008 a las 3:50 pm
Que decirte Samir!, recordar a Rolando, prefiero como lo conoci hace muchos años, sonriente y feliz…..yo tengo tantos recuerdos, el trabajo y amistad nos unieron por mucho tiempo..el cariño se queda intacto de por vida…y como tu, increiblemente me perdi de su fiesta de cumpleaños (a pesar de tantasss insistencias de su parte) …hasta mal me siento….el trabajo, lo cotidiano nos hace olvidar la importancia de compartir cada momento con los amigos, cualquiera que este sea…cuando nos llama cuando nos necesita…nada debe de ser mas importate que un amigo!
Gracias Samir, por recordarnos lo que somos y a donde vamos….
mayo 20, 2008 a las 6:10 pm
Una lastima totalmetne , ahora pertenece a la corte celestial, jugando, riendo y renovando el cielo 🙂
mayo 21, 2008 a las 12:57 am
es fuerte decir adiós, y saber que no volverás a ver a esa persona que de una manera u otra formo parte de tu vida.
mayo 21, 2008 a las 2:36 pm
Caramba!! que sorpresa mas triste!!! Se ha apagado una estrella, mas de seguro está renovando la tramoya del cielo junto al señor!!
Que descanse en Paz!!!
mayo 23, 2008 a las 8:51 pm
Que pena esta noticia, no lo sabia. Enviale luz… R.I.P.
mayo 24, 2008 a las 3:14 pm
de verdad que no me habia enterado, siempre tuve admiracion por el, desde la primera ves que lo vi en el anuncio de leche rica, y su programa undergroun ese pana era tremendo tipo, pero solo dios sabe por que hace las cosas…REST IN PEACE…
mayo 27, 2008 a las 8:55 pm
Muchas veces me dijeron «El cielo espera ángeles»… y estoy por creer que es verdad.
mayo 27, 2008 a las 9:46 pm
tambien fue muy triste para mi cuando me enteré. estuvimos comprtiendo para algunos trabajos de la empresa en la que trabajo. rolando se ganó mi admiración desde el`primer momento en que lo conoci.
junio 13, 2008 a las 6:29 pm
como me has hecho recordar…………….CUANTO NOS REIMOS ESE DIA!!!!!!!!!, en un par de horas nos poniamos al dia, como si el tiempo no hubiera pasado.
ASI ES QUE QUIERO RECORDAR A MI ROLANDDDTTTTTSSS!!!!!
junio 19, 2008 a las 10:30 pm
19 de junio… hace más de un mes de su partida, y ahora es que me entero…
Yo vi algunas veces «Underground» y «Sin Filtro», y puedo decir que Rolando era uno de los jóvenes de la televisión con más talento y con mayores oportunidades de seguir progresando en el futuro… pero Dios lo quería junto a Él, y le guardó un lugar muy especial…
Descanse en Paz, señor Rolando Giubilei…
marzo 27, 2009 a las 9:05 pm
pero por favor digan de que fue su muerte.
noviembre 27, 2009 a las 9:33 am
Un año y medio ya!!!! Su esencia continúa en la memoria de los que le conocimos como una gloria viviente.
Lo bonito de todo es que aun me ocurren cosas que me pregunto: ¨¿Qué diría Rolando si le cuento esto?¨